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Por: Axel Ancira

En conferencia magistral titulada “La producción nacional y la internacionalización del cine mexicano”, el Dr. Ignacio Sánchez Prado dio un panorama de la situación del cine nacional frente al estadounidense en salas de cine. Si se compara el mercado que tuvo en México Coco (Lee Unkrich, Adrian Molina) con las 88 películas mexicanas que fueron estrenadas durante el 2017, el filme de Pixar supera por un millón de asistentes en salas a todo el cine mexicano exhibido ese mismo año, puntualizó. 

Sánchez Prado, quien es profesor de Estudios sobre Cine y Medios de la Universidad Washington de St. Louis, Missouri,  llamó a no echar las campanas al vuelo por la cantidad de películas mexicanas producidas en el país, muchas de las cuales ni siquiera logran un estreno comercial, y recordó que las 175 películas de ficción producidas contrastan con las 88 que tienen la posibilidad de ser estrenadas en salas comerciales.

El autor del libro Screening Neoliberalism: Mexican Cinema 1988-2012 recalcó que aun el cine mexicano que genera ganancias no representa a la diversidad de temas y géneros que se producen en México, así que unas cuantas cintas de comedia ligera son las que dominan el mercado; casos como Hazlo como hombre (Nicolás López) o Un padre no tan padre (Raúl Martínez), cuyo éxito radica en que apelan a un público mexicano más allá de las fronteras nacionales. Dicho fenómeno, explicó, ha generado la creación de productoras como Pantelion, que hacen películas para mexicanos en México y Estados Unidos, en tiempos en donde asegurar grandes mercados de audiencias es fundamental para emprender el riesgo de la producción de una película. Así, estaríamos ante una frontera porosa, en donde el cine mexicano apela a la nostalgia de mexicanos viviendo en Estados Unidos y su ansia de consumir productos que los conecten con su latinidad, pues, aunque los filmes reproducen gags y modelos narrativos ponderados por Televisa, apelan a una comunidad que reconoce en ello un espacio para su identidad.

Ignacio Sánchez manifestó que esto también es consecuencia de la privatización de espacios para ver cine, pues el duopolio Cinemex-Cinépolis sufre a su vez prácticas comerciales leoninas por parte de los estudios hollywoodenses, quienes  obligan a comprar paquetes de quince películas en bloque para tener los estrenos de sagas como Avengers, lo cual bloquea el acceso del cine nacional a las pantallas. Asimismo, apuntó que en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá no se aborda el tema de espacios para el cine mexicano. Además, Sánchez Prado señaló que ninguna industria de cine nacional se hace únicamente con cine de autor, así que llamó a seguir ejemplos de industrias como la nigeriana o la hindú, cuyo peso recae esencialmente en el cine “comercial”. En México, subrayó, todos los que hacen cine quieren ser "autores".

El también especialista en literatura y estudios latinoamericanos acusó al precio de la taquilla de expulsar a los sectores populares del cine, cuya presencia en épocas anteriores fue importante para mantener una industria nacional de cine; incluso, en los años noventa había más público para el cine mexicano, expresó.  El Dr. Ignacio Sánchez apuntó a la necesidad de una participación estatal para subsanar esta realidad, y propone que en lugar de invertir en películas que no tienen estreno en salas, se use ese dinero para subsidiar al cine mexicano en taquilla o para crear salas de cine exclusivas para el cine nacional. Además de ello, argumentó que el público mexicano no verá otro tipo de cine mientras no se enseñe apreciación cinematográfica en todos los niveles educativos, de lo contrario, seguiremos  teniendo generaciones formadas por el lenguaje de la televisión.

Finalmente, Ignacio Sánchez expresó que ya estamos en una época en donde las plataformas en línea ofrecen importantes oportunidades de distribución comercial, y que incluso la productora  Netflix estaría desarrollando la producción mexicana, a diferencia de lo que pasa con Hollywood que extrae el talento nacional para beneficio de su propia industria. Este es el caso de González Iñárritu, Cuarón, y Del Toro, cuyo éxito aporta orgullo nacional, pero no beneficia al desarrollo de una industria propia.

La conferencia inauguró el XVII Congreso Internacional de Teoría y Análisis Cinematográfico, organizado por la Asociación Mexicana de Teoría y Análisis Cinematográfica el Doctorado en Humanidades de la UAM Xochimilco, la DCCD de la UAM Cuajimalpa, y tiene lugar en Casa Galván del 21 al 23 de junio de 2018.